De forma imprevista, casual, un hombre se topa con una mujer mayor a quién dejó de ver cuando era un niño, en los años '70, en el contexto del régimen militar chileno. Ella no lo reconoce, la última vez que lo vio era apenas un crío… El encuentro activa recuerdos que permanecían ocultos: <<Mecánicamente la visión escarba su más profunda memoria y, como una ráfaga, le estimula un vértigo de sensaciones que creía dormidas, vestigios de odio y desgarro incrustados como esquirlas bajo la conciencia.>> 
Movido por la más profunda sed de venganza, el hombre piensa en acabar con ella. Para realizarlo, recurrirá a los métodos descritos en un viejo inventario clínico, sobre interrogatorios y torturas, que hace mucho robó. 
"Sean ellos el grito de muerte" es un texto duro, crudo, sin concesiones, ni redenciones. Casi todos los personajes son miserables o sumamente desgraciados. En todo momento predomina una atmósfera opresiva, como si siempre estuviera nublado, como si siempre hiciera frío.
Se trata de una narración dinámica, sobría, violenta, sin lugar para la esperanza. Eso sí, todo es descrito con un ritmo y un uso admirable del lenguaje que usa y abusa deliberadamente de los recursos formales para permitirle al lector internarse en escenarios prácticamente inaccesibles.